miércoles, diciembre 01, 2010

Final Nº 8

-Cuando yo era joven, tenía 25 años, perdí a mi familia en un accidente. No tenía adonde ir y a nadie a quién recurrir. Estuve tres semanas solo sin saber qué hacer con mi vida. Una tarde, mirando fotos familiares y tomando whisky, pensé en buscar trabajo. Pasé por docenas de entrevistas, pero nadie me llamaba. Después de ir al último lugar, fui a un viejo almacén a comprar para comer.
El hombre que atendía era un viejo gordo y calvo. Él me preguntó por qué estaba tan cansado y dejado. Yo le dije que había perdido a mi familia y había decidido ir a buscar trabajo. El viejo me dijo que conocía un barco donde buscaban a alguien que trabajara como ayudante de cocina.
Al día siguiente fui a ver cómo era el ambiente, la forma de pago y demás. Hablé con un hombre que me dijo que iba a llamarme para ver si había lugar para mí y yo quedé esperando ansiosamente su llamado. Cada vez que sonaba el teléfono me ponía contento y cuando atendía me desilusionaba porque no era el llamado que esperaba.
Cuando había perdido todas las esperanzas sonó “riiiiig, riiiing” el teléfono. Me dio hora, fecha y lugar de encuentro (15:25, 21/8/1994; Puerto 9). El trabajo que me dieron era de conserje. Tras los años y con mucho esfuerzo fui ascendiendo hasta llegar a ser suboficial.
Le interrumpí la historia preguntándole cómo había terminado en ese bar.
Me dijo:
-Después de tantos años de trabajar, me volví viejo y aquí terminé, tomando.
Se levantó y dijo:
-Voy al baño.
Jamás regresó.

1º 6

Etiquetas: