miércoles, diciembre 01, 2010

Final Nº 5

-¿Te gustaría conocerla?
-Claro, me encantaría.
-Pero, espera... si te lo contara, ¿qué me darías a cambio?
-¿Y qué es lo que quieres a cambio? Mira que no tengo mucha plata.
-No es exactamente lo que pensaba pedirte.
-¿Entonces qué?
-Me gustaría volver a dar un paseo en el barco de Villegas.
-Bueno, está bien... Ahora me lo cuentas.
-Hace muchos años atrás yo era capitán de uno de los barcos de Villegas. Un día salimos a navegar por el mar; ahí estaban mis padres y mis hermanos y otros pasajeros. Yo, en ese momento, tenía 23 años. Era el mayor de mis hermanos; en total éramos seis.
-¿Y por qué eran? ¿Ya no lo son?
-Esperá... ya te lo contaré.
-Es que estoy muy ansioso.
-Íbamos a ir de paseo a Italia, a visitar el Coliseo Romano porque escuchamos mucho de él, y mi madre estaba muy ilusionada en conocerlo. Como teníamos que llevar a los pasajeros rumbo a Italia, le dije a mi familia que los iba a llevar.
Al día siguiente que le di la noticia partimos. Los primeros días eran muy tranquilos, pero tres semanas después comenzaron a tener miedo: el tiempo estaba muy lluvioso y con neblina y no sabían por dónde iban. Al pasar los días, los pasajeros se estaban dando cuenta de que estábamos tardando demasiado en llegar al lugar determinado, y me vinieron a reclamar. Aparte teníamos un problema con los alimentos (se estaban acabando). Estaba oscureciendo y vinieron los relámpagos, cayeron truenos y granizo. El granizo rompió algunos focos de luz y también los vidrios. Seguía lloviendo y las olas empezaron a mover el barco, se cayeron cosas y las personas se caían, se golpeaban y sangraban. Un chica se cayó al mar.

1º 6

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